Octubre es conocido mundialmente como el Mes Rosa, un tiempo para recordar la importancia de la detección temprana y la prevención del cáncer de seno. Pero también es un mes para hablar de todas las formas de cáncer que afectan la vida de miles de mujeres y hombres, y para rendir homenaje a la resiliencia, la esperanza y la fuerza de quienes lo atravesamos.
En mi caso, la palabra “cáncer” dejó de ser un término ajeno para convertirse en parte de mi historia. Fui diagnosticada con Linfoma Anaplásico de Células Grandes (LACG), un tipo poco común de cáncer. Y aunque al inicio fue un golpe inesperado, decidí recibir este proceso con amor, como una oportunidad de aprendizaje y transformación.
La joyería como símbolo de resiliencia
Desde siempre, mi marca se ha caracterizado por crear joyas que cuentan historias de Colombia, de la naturaleza y de la vida. Pero esta vez, mi propia historia me inspiró a diseñar un broche especial, un símbolo que representa la lucha, la luz y la esperanza frente al cáncer.
Este broche, elaborado en bronce bañado en oro de 24 quilates y esmaltado a mano, no es solo una pieza de joyería: es un recordatorio tangible de que incluso en los momentos más difíciles podemos florecer y brillar.
Una campaña con corazón
Durante todo este mes y mientras dure la campaña, hemos decidido donar el 50% del valor recaudado por la venta del broche a fundaciones que apoyan a pacientes con cáncer y sus familias.
De esta manera, cada persona que adquiere esta pieza no solo se lleva un símbolo de resiliencia, sino que también se convierte en parte activa de una causa que salva y transforma vidas.
Octubre Rosa: un llamado a la conciencia
El cáncer no discrimina y puede tocarnos a cualquiera. Por eso, mi invitación en este octubre rosa es a:
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Practicar la autoexploración.
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Realizar chequeos médicos periódicos.
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Escuchar nuestro cuerpo y atender a tiempo cualquier señal.
Hablar de cáncer es hablar de vida, de prevención y de amor propio.
Hoy comparto mi historia no desde el dolor, sino desde la gratitud. Porque entendí que cada etapa de la vida tiene un propósito, y que incluso las experiencias más difíciles pueden convertirse en luz para otros.
Te invito a llevar contigo este broche como un símbolo de esperanza y a unirte a esta campaña que abraza la vida.